El sábado pasado me invitaron a una de las experiencias mas increíbles que he vivido: subir el Iztaccíhuatl. Al principio pensé que iba a ser algo sencillo máximo dos horas, bueno a lo mejor para los escaladores profesionales es así pero para mí fueron 7 horas y vaya que terminé molida. La sensación al llegar a la cima no se compara con nada así que valió totalmente la pena los miles de pasos y de momentos de frustación. Si algún día tienes la oportunidad de hacerlo, hazlo!
En fin, esa tarde ya no podía casi ni hablar del cansancio y el domingo me levanté con el cuerpo engarrotado, duro y obviamente con un dolor de músculo impresionante y lo único que podía pensar era MASAJE por favoooor!
Así que me lo dí, obviamente hice un pequeña revisión de los Spas que recomendamos en Spacio Azul y me impresionó que pocos abren el domingo. Me decidí por Relax Spa que queda frente a Galerias Insurgentes, me quedó perfecto porque quería algo rápido (ya que tenía que regresar al día del padre) y fácil. Al hacer la cita, me tomaron mis datos, rápido me agendaron y en menos de 20 minutos yo ya estaba en la cabina de masaje.
Entró mi terapueta, Silvia, una señora profesional y seria y me dio todas las instrucciones de como prepararme para el masaje. El masaje comenzó boca abajo por la espalda y desde el primer contacto super que iba a ser un super masaje, esta señora tiene una super mano, sus movimentos son firmes y profundos.
El masaje de espalda fue un poco largo como de 25 min, comenzó calentado la espalda y después fue trabajando cada uno de los músculos, también me quitó las contracturas con presiones localizadas, uso de codo y deslizamientos a lo largo del músculo, también hizo algunos estiramientos. Dolió un poco pero claro es normal. Después me trabajó muy ligero los brazos por detrás y luego continuo con las piernas, está parte del masaje fue muy liberador sobretodo en las pantorrillas ya que las traía muy duras. También aquí hizo algunos estiramientos deliciosos.
Luego el masaje continuo boca arriba, aquí se enfoco primero en la parte de los hombros, cuello, cabeza y escote después ya paso a los brazos en donde los trabajo profundamente. Finalmente el masaje terminó con las piernas y muslos por delante en dónde lo que más disfrute fue el masaje de los muslos, ya que justo esos fueron los músculos que traía mas adoloridos.
Finalmente salía de mi masaje muy muy contenta, creo que ha sido la vez que más he disfrutado de un masaje, mi cuerpo estaba tan cansado y adolorido que era justo lo que necesitaba, como si hubiera tenido una sed extrema y me hubieran dando dos litros de agua fresca. El cuerpo evidentemente no deja de doler, el ácido láctico que se forma es mucho y es difícil que el cuerpo lo elimine tan rápido pero el masaje ayuda a relajar los músculos, mejora la circulación y desinflama el cuerpo.
Lo que más me gustó: la presión, la secuencia, el que le preguntaba y contestaba perfectamente sobre lo que veía y sus sugerencias, el aroma y la música tipo house le dio otro toque.
Lo que cambiaría: me dio un poco de frío al inicio pero después me puso unas ricas toallas calientitas del hot cabin y, por otro lado, que casi no me tocó las articulaciones, ni manos o pies.
spacioazul 